Vuelve a pasar otro verano, otro año mas, por desgracia el tiempo corre y no podemos hacer nada para pararlo pero no importara si mientras que las manecillas del reloj giran permanecéis a mi lado

La verdad es que no se muy bien como abordar este tema, como agradecer tanto con simples palabras porque en verdad ya no existen palabras, ni sonrisas lo suficientemente grandes como para expresar lo que siento al estar al lado de esta gente, por suerte o por desgracia he tenido el placer de crecer con ellos y puedo asegurar que de cada uno he ido cogiendo algo de lo que ahora soy porque todos aportan algo, porque somos una gran familia.. 

No se cuanta gente leerá esto pero quiero suponer y supongo que vosotros al igual que yo agradecéis millones poder habernos emborracho juntos nuestra primera vez, poder haber compartido tantos momentos, tantas sonrisas y tantas lagrimas a la vez, tantas y tantas noches en el parque en las que nadie dice nada pero todos miramos al cielo pensando cada uno en nuestra locura. Y es verdad que los años pasan y que las cosas cambian, que unos trabajan y otros estudian, que puede parecer que el grupo se disuelve, que ya solo somos cuatro y jamas será como antes puede que tengáis razón pero la cosa cambia cuando sales en ferias y ves un inmensa mancha azul, entonces todo en tu cabeza desaparece y solo se repite una frase: Estoy orgulloso de ser de Jarra y Pedal, orgulloso de echarme lagrimas en los cubatas, de desfasar en chivis, de decirle a alguien ¡Que pedo llevo! y que siempre contestemos lo mismo ¡Pues anda que yo!, de cantar a las ocho de la mañana por las calles y porque no de que me acusen de robar condones en una gasolinera, de tirarme copas por encima y de bendecirme en nombre de San Eceomo pero sobre todo estoy orgulloso de veranear en Piedrahita.