Mira al cielo, siente una pequeña brisa en el pelo mientras buscas formas en las nubes. Sonríe al encontrar un corazón de blanco algodón, vuela, déjate llevar, observa la grandeza de la torre Eifel y lo romántico que es París , déjate caer sobre el agua de los canales en Venecia, piérdete por sus callejones, posate sobre la torcida torre de pisa, báñate en el agua cristalina de la Fontana de Trevi, vuela por la Gran Vía Madrileña, dejate encantar por las calles del barrio de la Latina, juega a esquivar los inmensos rascacielos de Nueva York, visita Holliwood, Los Ángeles, California, date una vuelta por el mundo, da igual donde vayas, lo importante es que desconectes un poco, que dejes tu mente en blanco alejandola de todos los problemas, sonriendo, soñando, imaginando..

Se acabó

Me rindo, llegó el momento de dejarse caer al suelo por última vez, para no volver a levantar. Tras tanto tiempo luchando he tenido que abandonar, ya no podía seguir las heridas dolían demasiado, no podía aguantar más, esta guerra me estaba matando poco a poco, me pudría por dentro, me estaba cambiando. Aun no entiendo muy bien porque me arme de valentía  y empecé a luchar, sabía a lo que venía desde el primer segundo, siempre supe que iba a tener que superar muchos obstáculos, que iba a tener que sufrir pero nunca llegué a pensar que el grado de sufrimiento fuese a ser tan alto. 

A lo largo del camino he caído muchas veces, pero aun cayendo me he sabido levantar para poder seguir luchando contra todo lo que se me puso por delante, venciendolo, pero hay veces que hasta el mejor soldado se cansa y aunque le duela decide dejarlo todo, tumbarse y morir en el campo de batalla.
Pido perdón a todas aquellas personas que les dije que lucharía hasta que no me quedase sangre pero comprenderme por favor hay veces que es muy dificil seguir adelante cuando ves que por mucho que peles no avanzas, que todo es en vano. Necesito un pequeño descanso, echar un poco de alcohol en las heridas  y vendarlas para que cicatricen bien y quizás algún día me volváis a ver armado con mis mejores armas, luchando por lo que de verdad quiero. Hasta entonces os deseo mucha suerte, fuerza, garra y ánimo y un último consejo: no os rindáis nunca, no seáis cobardes como he sido yo, no abandonéis lo que de verdad queréis  Hasta pronto camaradas